
¿Y si las enfermedades mentales no fueran sólo causa del sufrimiento, sino manifestaciones o consecuencias del mismo? Es un matiz muy importante a la hora de atajar el problema, de buscar soluciones viables. El sufrimiento causa enfermedades y las enfermedades son causa de sufrimiento. Estas enfermedades pueden ser orgánicas o mentales, y la gran mayoría son formas de expresarse de un dolor intenso y asfixiante de fondo.
Y llegado a este punto, desentierro un poco más la raíz. Si quiero comprender por qué disminuyeron sus neurotransmisores y sus las ganas de vivir, por qué se deprimió o por qué se refugió en la bebida, debo ser capaz de responder a esto: ¿Por qué razón sufría?
Tos, garganta irritada, bronquitis, tumores de pulmón… son manifestaciones del sufrimiento del sistema respiratorio. ¿Cómo lo puedo hacer sufrir? Haciéndolo respirar polvo y humo de forma crónica.
Ansiedad, estrés, alcoholismo… son manifestaciones del sufrimiento mental. ¿Cómo puedo hacerlo sufrir? Haciéndolo pensar en una realidad distorsionada de manera crónica.

No hay comentarios:
Publicar un comentario