
Los “expertos” afirman que existen otros factores que pueden modular el estado de ánimo, como por ejemplo, la estación del año en la que nos encontramos. Según dicen, hay personas que desarrollan depresión durante los meses de invierno, cuando los días se hacen más cortos, ya que la reducción de la cantidad de horas de luz afecta a ciertas partículas en el cerebro.
Y hablando de partículas, ya expliqué que han comprobado que existe una reducción en la producción y liberación de neurotransmisores en las personas deprimidas. Antes me pregunté si era el pensamiento negativo lo que ocasionaba aquella reducción, o si ocurría al revés, “que la reducción de partículas en el cerebro produjera el pensamiento negativo”. La respuesta podría ser “sí” y “sí”. Existen ciertas enfermedades que pueden alterar la química del organismo, como tumores, infecciones, alteraciones metabólicas o endocrinas, etc. Pero cuando no existe causa orgánica que lo justifica, el mecanismo sucede al revés: el pensamiento altera la química.
Otras moléculas que los científicos relacionan con la “felicidad” son las endorfinas. Estas sustancias participan en la modulación del dolor y además tienen efectos placenteros. Según los expertos, se puede estimular su producción y liberación mediante el ejercicio, la risa o el sexo, entre otras actividades. El suicidio de mi madre, ¿se podría deber a que tuviera el chándal abandonado, a merced de las polillas? ¿Será que se olvidó de ver comedias? ¿O a una excesiva abstinencia sexual?
En el estado anímico también influyen los cambios hormonales. Los estrógenos y la progesterona parecen tener un efecto importante en el estado de ánimo de las mujeres. ¿Mi madre se mató por esto? No me convence.
¿Acaso a mi madre la mató una conjura de todos estos factores que se pusieron de acuerdo para acosarla hasta hacerla tirarse por la terraza?
Me estoy preguntado “qué mató a mi madre”, y por ahora no me parece que haya sido ni el Sol, ni el invierno, ni un tumor, ni una infección, ni los genes, ni Yukiko. Y tampoco puedo culpar al alcohol, porque fue una tapadera o refugio a su malestar de base. ¿Entonces fue esa enfermedad llamada depresión? La depresión fue al estado al que llegó, pero no el origen, así que no creo que sea debido al descenso de neurotransmisores sin más, ya que, como he dicho, su reducción no es más que una consecuencia. ¿Pero una consecuencia de qué? El caso sigue abierto. “Qué mató a mi madre”.

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