El blog de madremuerta volverá próximamente

jueves, 6 de septiembre de 2007

0030. Verónica Vomitona


Recuerdo cuando conocí a Verónica. No se encontraba bien y comenzó a devolver. Llenó las paredes y el suelo de su cuarto de un vómito marrón pestulento. Devolvió en la mesa, en la silla, en la cama y en la almohada. Y al observar como había ensuciado su cuarto, y sobre todo por el mal olor, se sentía peor aún, y entonces comenzó a vomitar con más fuerza. Su madre entró en el dormitorio, y al verlo y olfatearlo, del asco, comenzó a devolver también. Era repulsivo. La niña finalmente murió ahogada en su propio reflujo, y la madre, casi. Pero eso es otra historia y no voy a hablar más de ello.

Y pienso en esta madre y en su hija porque no sólo vomitamos reflujo estomacal. A veces, cuando nos encontramos mal, también expulsamos pensamientos. Anoche estaba cansado y me dolía la cabeza. No me gustaba no haber encontrado al "asesino" de mi madre aún. Pensé que tardaría menos y eso me resultaba frustrante. Hoy la incómoda sensación se ha esfumado. Me encuentro mejor, tranquilo, con muchas ganas de seguir investigando sobre la depresión y el suicidio. Es curioso lo voluble que es la mente, el cerebro, o sus funciones; me refiero a lo que pensamos, sentimos y en consecuencia, hacemos o decimos. Para ser más conciso, debería hablar de “lo que el cerebro me permite”. No me gusta sentirme un esclavo, pero creo que mi mente actúa en demasiadas ocasiones como un cruel capataz. Anoche me sentía mal y sólo pensaba en negativo, y de mi mente brotaban frases como “esto que hago no conduce a ninguna conclusión, y estoy perdiendo el tiempo”. Aquello era lo único que era capaz de verbalizar en ese momento... en esa situación. En un estado negativo solo existían pensamientos negativos. Era como la pescadilla que se muerde la cola, porque cuando peor pensaba, peor me sentía, y cuando peor me sentía, más mal pensaba.

Hoy estoy descansado y tranquilo, y tengo ganas de seguir escribiendo. Sé que tiene que haber una respuesta a la depresión y a la muerte de mi madre, y que también es aplicable a muchas otras personas que pudieran estar envueltas en similares circunstancias. Parece ser que si me siento bien, mi pensamiento varía a patrones más optimistas o alegres. Es útil saberlo y espero seguir así, hasta que vuelva a sentirme cansado y negativo. Entoncnes descansaré un poco.

No hay comentarios: